Guerra de las renovables al Gobierno por 30.000 millones de euros de subvención

Publicado el 22-04-2010 , por Miguel Ángel Patiño

Asociaciones y empresas de energías renovables en España están movilizando toda su artillería contra las intenciones del Gobierno de revisar al completo todo el sistema de subvenciones a ese tipo de instalaciones.

 

El Ministerio de Industria quiere realizar un drástico ajuste desde el 1 de julio. En juego hay cerca de 30.000 millones de euros entre este año y 2013.

Uno de los planteamientos que baraja Industria es realizar un recorte global en primas de todas las tecnologías y todas las instalaciones, incluidas las que llevan años funcionando. Es decir, con carácter retroactivo. Las empresas de renovables que cotizan en bolsa sufrieron ayer un fuerte varapalo ante esta perspectiva.

Fuentes de Industria dijeron ayer que no hay “nada decidido”. Para muchas empresas es la confirmación de que se está estudiando una fórmula que, de aplicarse, cambiará totalmente las reglas de juego preestablecidas. “Se crea una enorme inseguridad jurídica de consecuencias imprevisibles”, aseguran fuentes del sector, ya con la mente puesta en los tribunales.

Meses calientes
Otras fuentes de Industria dan por hecho que se “avecinan meses calientes”. Será el chaparrón total a una tormenta que ya viene de lejos. Las primas a las instalaciones verdes, por la energía eléctrica que producen, es un asunto polémico desde hace dos años. El Gobierno ha modificado varias veces la legislación para intentar encajar en el sistema energético ese sobrecoste, que se ha disparado por el enorme desarrollo en España de la energía verde, al calor de unas subvenciones muy suculentas.

La batalla ha explotado en los últimos días. Esta semana se conoció que las primas a las instalaciones de régimen especial (copadas por las renovables) se desbocaron en 2009, con 6.215 millones de euros (2.200 millones de euros más que lo previsto), tal como publicó EXPANSIÓN el pasado martes. Las subvenciones verdes han terminado descuadrando las cuentas de todo el sistema eléctrico. El pasado año se produjo un agujero entre ingresos y gastos de más de 4.600 millones, al margen de otras distorsiones (muchas instalaciones convencionales se están quedando paradas porque a las renovables se les da prioridad).

Estos desajustes han provocado una guerra sin cuartel en el sector energético a nivel empresarial. Se ha plasmado en declaraciones como la de los responsables de Gas Natural esta semana, cuestionando que España no es un país tan rico como para permitirse el lujo de las primas. Ocurre en un momento en el que la demanda ha sufrido caídas históricas por la crisis.

Cada empresa trata, a codazos, de hacerse un hueco en el negocio de la generación, en el que ahora no caben todos. La diana de todos los disparos termina en Industria. Todas las partes le acusan del desconcierto que se está creando. Por ejemplo, un Gobierno que se autodefine como el más ecologista de todos va a aprobar incentivos para el contaminante carbón al tiempo que recorta primas a las renovables. El sector de renovables ha venido desplegando una batería de argumentos para contrarrestar las críticas por las excesivas primas y otras acusaciones (por ejemplo las de especulación).

Ahora tratan de activar un frente más agresivo. Las distintas asociaciones (tradicionalmente divididas por divergencias empresariales y tecnológicas), como Appa, Asif, AEE o AEF, están manteniendo contactos para hacer “lobby” común.

Algunas están reclamando reuniones urgentes al Gobierno pidiendo que clarifique el asunto, enviando cartas a Industria y a Presidencia del Gobierno.

Consultas autonómicas
Las alarmas saltaron la semana pasada, cuando algunas asociaciones lograron enterarse de que el Gobierno está consultando extraoficialmente a consejeros de Industria de distintas Autonomías cómo abordar un recorte de primas generalizado. Podría haber distintas fórmulas, como reducir la cantidad a percibir, o el tope de años de la subvención.

Vuelta de tuerca
Dos años bajo lupa
Desde hace dos años, el Gobierno ha intentado ordenar las renovables, para evitar que se desboquen. Atraídas por las suculentas primas, el régimen especial creció en cinco años de 17.480 a 30.700 megavatios.

El sol quema
El ajuste empezó con la fotovoltaica, que entre 2007 y 2008 se quintuplicó.

Los sin papeles
En 2009, Industria ideó un sistema para limitar las nuevas instalaciones, con la preasignación. El que no tuviera papeles en regla, no tendría licencia de instalación.

Hoja de ruta
El preregistro se colapsó. Industria fue dando licencias con cuentagotas hasta que a finales de 2009 estableció una “hoja de ruta” para 2010- 2013, con un tope de unos 10.000 MW nuevos.

Ajuste Zurbano
El Ejecutivo lanzó la idea de un ajuste en su propuesta de pacto anticrisis, que luego intentó concretar en el decreto Zurbano. Ahora lo negocia con partidos políticos. Entendía que las primas se han desbocado y son insostenibles.

La previsión no vale
Las primas a las renovables en 2009 superaron en 2.200 millones los 4.000 millones programados. E incluso superaron el presupuesto para 2010 (5.900 millones). La hoja de ruta contempla casi 30.000 millones para el periodo 2010 hasta 2013. Esa cantidad es la que ahora está en juego en la guerra de las renovables. Además de cuánto, también importa cómo será el recorte. Una fórmula es que se acorten los 15-25 años que tienen de prima fija las instalaciones.

FUENTE: EXPANSION

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