Las centrales de Compostilla y Andorra, ambas de Endesa, entre las candidatas al cierre.
El flujo creciente de fuentes de energía renovables como la eólica y la solar está echando fuera del mercado a las térmicas de gas y carbón mucho más rápido de lo que los analistas y los expertos del sector creen. Según un informe de UBS, el ritmo de cierres en los dos últimos años se ha acelerado a pesar de que el crecimiento de las energías limpias se ha estabilizado y, en algunos países, ha sufrido una desaceleración.
De acuerdo con sus datos, alrededor de 70GW de carbón y ciclos combinados de gas se han cerrado en los últimos cinco años, y el ritmo es cada vez mayor, tal y como se puede observar en el siguiente gráfico, en donde se refleja que solo en los dos últimos años se han cerrado plantas con una potencia instalada de 55 GW.
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