El absurdo de pagar por producir energía
En la Península Ibérica sólo hay dos estaciones, una formada por el casamiento del otoño y el invierno, durante la que ventosas borrascas cruzan el territorio, y otra surgida por el maridaje de la primavera y el verano, en la que el sol avasalla desde las alturas y son pocas las nubes que osan desafiarle. Leer más …