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«Como cualquier otra actividad industrial, implica riesgos específicos que deben ser gestionados adecuadamente, pues existe la tecnología para minimizarlos»
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, reconoce la existencia de riesgos en las técnicas de fractura de formaciones rocosas (fracking) para extraer hidrocarburos no convencionales, pero considera que «no cabe una moratoria» para esta actividad y que puede desarrollarse si se aplica una «regulación adecuada».
«Como cualquier otra actividad industrial, implica riesgos específicos que deben ser gestionados adecuadamente, pues existe la tecnología para minimizarlos», afirmó Soria en el Pleno del Senado, antes de abogar por una «regulación estricta» para garantizar la seguridad medioambiental.
El ministro aseguró que la explotación de recursos no convencionales está suponiendo una «revolución» y contribuye a disminuir la dependencia energética. En este sentido, el Gobierno se ajustará a las medidas «de ámbito nacional, europeo e internacional» que se aprueben sobre este asunto.
El ‘fracking’, señaló, consiste en la inyección a presión de agua, arena y aditivos sobre la roca con el objetivo de mejorar su permeabilidad. De esta forma, se pueden realizar perforaciones horizontales en la roca y conseguir que el hidrocarburo se desplace hacia la boca del sondeo.
Entre los riesgos ambientales relacionados con este tipo de técnicas, citó el uso de aditivos químicos, la contaminación de acuíferos, el uso masivo de agua y la posible aparición de seísmos derivados de la fractura de las rocas.
Sobre el uso de aditivos, aseguró que el 99,5% del fluido de perforación es agua y arena, y el 0,5% restante agentes químicos necesarios para proporcionar a la mezcla capacidad para hacer más permeable la roca.
La contaminación de acuíferos es «el menos relevante» de los riesgos, ya que «en opinión de los expertos este riesgo puede mitigarse asegurando una distancia suficiente entre los acuíferos y la formación, y aislando convenientemente» la canalización vertical del sondeo, dijo.
En cuanto al uso de agua, reconoció que el ‘fracking’ requiere 20.000 metros cúbicos de agua por sondeo, lo cual puede suponer una «restricción, sobre todo en zonas con escasez de acuíferos». Pese a ser un «volumen importante», el agua «puede recuperarse en posteriores fracturaciones», señaló.
AGUA Y SEÍSMOS.
Soria aseguró además que el Gobierno impulsará una política «estricta y responsable» en la gestión del agua y que dará «garantías» de que se utiliza convenientemente. En alusión al riesgo sísmico, señaló que se harán estudios y que, en principio, es «tan bajo que en gran parte de los casos ni siquiera se perciben» temblores.
El senador socialista Jesús Alique se mostró contrario a este tipo de técnicas y reclamó al Gobierno que «se tome en serio los riesgos medioambientales». El PSOE, dijo, «cree en la sostenibilidad» y en un futuro energético centrado en las renovables y en el ahorro y la eficiencia.
ECOticias.com – ep
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